UN RESPIRO AL PLANETA
Declarado recientemente pandemia por la Organización Mundial de la Salud, el Covid-19 deja por el momento más de 250.000 casos de contagio en 165 países del mundo. Los efectos del coronavirus sobre la población son evidentes, y está llevado a muchos países a cerrar sus fronteras y a que los ciudadanos permanezcamos confinados, lo que genera otro tipo de consecuencias. El gesto de responsabilidad #YoMeQuedoEnCasa que estamos asumiendo para protegernos individual y colectivamente está causando, a su vez, un efecto positivo sobre el medioambiente, pues con nuestro encierro estamos dando un respiro al Planeta.
Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. La Covid-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
Esta pandemia, es un buen ejemplo de la amenaza que representan las enfermedades infecciosas emergentes para la salud humana y la estabilidad social. Es tal su importancia, que estamos viendo como numerosos medios de comunicación hablan del Covid-19, de sus consecuencias sobre la población y sobre la economía. Pero no todo queda ahí.
La Agencia Espacial Europea (ESA) compartió hace unos días un video timelapse (obtenido gracias al instrumento Tropomi, a bordo del satélite Copernicus Sentinel-5P) que revela la significativa disminución de contaminantes a nivel mundial, en especial de Dióxido de Nitrógeno (NO2), un gas nocivo para la salud emitido por la industria y los vehículos. En definitiva, muestra como este descenso de actividad se está traduciendo en un respiro al Planeta.
El video, refleja las emisiones entre el 1 de enero y el 11 de marzo de 2020, y evidencia la rápida reducción de estos gases en las últimas semanas coincidiendo con las recientes restricciones de movilidad impuestas, el cierre de los distintos sectores industriales y el de las fronteras en respuesta a la pandemia.
Así mismo, del 3 de febrero al 1 de marzo, muestra como las emisiones de CO2 bajaron al menos un 25% debido a las citadas medidas de contención adoptadas por los países para frenar la expansión del coronavirus. Cabe destacar que actualmente China es el país responsable del 30% de las emisiones mundiales de CO2, (el equivalente a 200 millones de toneladas de dióxido de carbono, o lo que es lo mismo, más de la mitad de la producción anual de emisiones del Reino Unido), por lo que el impacto de este tipo de caída es enorme, incluso en un período corto de tiempo como es el que se ha medido.
Según palabras de Claus Zehner (Gerente de la misión Copernicus Sentinel-5P de la ESA) “Aunque podría haber ligeras variaciones en los datos debido a la capa de nubes y al cambio climático, estamos muy seguros de que la reducción de emisiones que podemos ver coincide con el bloqueo en Italia que causa menos tráfico y actividades industriales”.
Evidentemente, los datos son reveladores. Pero también son reveladoras las imágenes y noticias que llegan desde Venecia con las aguas de sus canales cristalinas, o el avistamiento de delfines en las cosas de Cerdeña, concretamente en el puerto marítimo de Cagliari que es uno de los más grandes de Italia, ubicado en la cuenca del Mar Mediterráneo, con capacidad de recibir anualmente un tráfico de 50 millones de toneladas de carga y un millón de contenedores, número que se ha visto afectado por esta pandemia.
El descenso de la actividad industrial y logística han ayudado, con toda seguridad, a dar un respiro al planeta. Y ello, nos debe ayudar a nosotros como sociedad a abrir los ojos para que, una vez logremos mitigar los efectos de esta crisis sanitaria, tomemos conciencia ambiental y demos oxígeno a nuestro planeta modificando el actual sistema productivo o creando uno nuevo que no solo muestre interés por la economía, si no que también apueste por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.
Desde ASHES TO LIFE no queremos finalizar este articulo sin poner en valor nuevamente ese pequeño gran gesto de responsabilidad que, como ciudadanos, estamos asumiendo para vencer al Covid-19. #YoMeQuedoEnCasa es un acto de compromiso con nuestra salud, con la salud de los que nos rodean y, consecuentemente, con la salud medioambiental, pues nuestro confinamiento está favoreciendo a que demos por primera vez un respiro al planeta. En esta crisis sanitaria, todos somos responsables, y como tal, todos tenemos que colaborar para afrontar los desafíos del planeta.
ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta
