CÁSCARA DE COCO, UN RESIDUO TRANSFORMADO EN COSMÉTICOS ECOLÓGICOS
Desde la perspectiva de la prosperidad humana, la sostenibilidad implica atender a las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social. Este equilibrio depende de la gestión responsable que hagamos de los recursos naturales finitos del planeta. Por eso, desde ASHES TO LIFE optamos por la cascara de coco, un residuo transformado en cosméticos ecológicos para lograr un modelo de economía generativa y sostenible.
El coco, es una fruta tropical obtenida del cocotero (o cocos nucifera en su nombre botánico), la palmera más cultivada a nivel mundial. El origen exacto de esta planta se desconoce, pero se cree que los cocoteros son autóctonos de Asia tropical, al sur de la India. Suele tardar unos cinco años en llegar a su edad adulta y óptima para dar frutos, y una vez que lo hace, es capaz de dar entre 50 y 100 cocos por temporada.
Gracias a las múltiples opciones de aprovechamiento que ofrece, el cultivo del coco se ha extendido a muchas áreas templadas debido a su gran valor comercial. Pero en muchas de estas zonas se cultiva, principalmente, para extraer la pulpa y el agua (sus partes más preciadas con las que se elaboran alimentos, bebidas, aceites, medicamentos, etc) y se desperdician tanto la parte fibrosa como la corteza dura.
Pero mediante I+D+i, con estos desperdicios se pueden crear otro tipo de productos comercialmente interesantes para distintas industrias, incluida la cosmética. Y es que la sostenibilidad requiere de investigación y desarrollo para lograr una optimización de los recursos.
Siguiendo los principios de la economía circular, desde ASHES TO LIFE utilizamos la ceniza procedente de las cáscaras de cocos para elaborar nuestros cosméticos, dando así una utilidad a la cascara de coco, un residuo transformado en cosméticos ecológicos certificados.
Apostar por un modelo basado en la economía circular no fue el único criterio que nos llevó a optar por la cáscara de coco. También influyeron criterios medioambientales bajo asesoramiento científico. Y es que durante el proceso de análisis y desarrollo de nuestro modelo en el que colaboramos entre otros con distintos ingenieros forestales y expertos en restauración de ecosistemas, entendimos que no podíamos acceder a las zonas dañadas por los incendios para extraer ceniza sin antes haber desarrollado íntegramente nuestro Proyecto de Investigación Medioambiental y el Protocolo de Actuación ASHES TO LIFE Project. Entre otras cosas, este protocolo nos permitirá disponer del conocimiento necesario para acceder a las zonas quemadas cuando sea necesario y extraer un porcentaje de ceniza sin dañar el entorno, pues tras los incendios, se encuentran muy débiles.
Así mismo, y tal y como exponíamos en el articulo “Cosmética ecológica certificada, un modelo económico al servicio de las personas y el planeta”, durante el proceso de análisis y desarrollo de nuestro modelo tuvimos en cuenta otros factores que determinaron la elección de un proceso productivo que garantizase la trazabilidad de las materias primas, el respeto por la biodiversidad, los procesos productivos y el cumplimiento de las normas sociales relacionadas con la ética en el trabajo y el comercio justo.
Por todo ello, optamos por utilizar como ingrediente la ceniza de carbón vegetal procedente de las cáscaras de coco para la elaboración de nuestros cosméticos ecológicos certificados.
Para la obtención de esta ceniza de carbón activado, los residuos de cascaras de coco son sometidas a temperaturas que oscilan entre los 400 y 700 ºC en ausencia de aire, obteniendo un material sólido y poroso con un alto contenido en carbono (del orden del 98%). Posteriormente, se le somete a un proceso de activación para aumentar su porosidad (hasta poros menores a 2 nanómetro de radio) mediante el proceso conocido como “activación física o del vapor”, que consiste en combinar el material carbonizado de las cáscaras de coco con una mezcla de gases de combustión y vapor de agua a muy alta temperatura (cercana a los 1000ºC) para que se active.
Como resultado, se obtiene un producto microporoso 100% natural apto para su uso en cosmética y que tiene gran capacidad de adsorber toxinas e impurezas, aunque son muchos los “beneficios de la ceniza para la piel”.
Utilizando esta ceniza de carbón activado procedente de cáscaras de coco, desde ASHES TO LIFE desarrollamos productos de alta cosmética ecológica certificada libres de tóxicos que ayudan a cuidar la piel de las personas y la del planeta, logrando de esta forma dar una utilidad a la cascara de coco, un residuo transformado en cosméticos ecológicos certificados.
ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta