Máxima hidratación para la piel con ingredientes ecológicos
Las cremas faciales ecológicas son productos cosméticos que permiten reponer la hidratación necesaria en las capas superficiales de la piel gracias a los principios activos que contienen en sus formulaciones. Consiguen mantener la buena salud y reparar los problemas ocasionados por la deshidratación.
Junto a una buena higiene facial, la utilización de la crema es esencial y necesaria para ayudar a la piel a mantenerse sana, hidratada, y a que ésta preserve su función de barrera natural.
Existen dos tipos de cremas que difieren en activos, texturas y funcionalidades: las cremas nocturnas y las diurnas.
Las cremas de noche se adaptan a la cronobiología de la piel, que se restaura mientras dormimos. Suelen tener una textura rica y sedosa que aporta confort. Su aplicación cotidiana mejora el estado de la piel, y ayudan a prevenir los signos del envejecimiento. Dependiendo de su formulación, actúan como reafirmantes, hidratantes o relajantes de la piel.
Por su parte, las cremas faciales diurnas adaptan su textura a cada tipo de piel. Pero en general suelen ser ligeras y de rápida absorción. Esto permite la aplicación del maquillaje a continuación. Suelen incluir activos hidratantes y otros ingredientes específicos para tratar los signos propios de la edad y proteger la piel de la polución y otros factores ambientales.
Con la piel del rostro limpia y tras ser tratada con el sérum, es el momento idóneo para aplicar la crema. Para ello, se recomienda realizarlo con las dos manos de forma ascendente, empezando desde la barbilla y realizando masajes suaves hasta repartirla por toda la cara. Siempre de arriba abajo y del centro hacia el exterior. La crema es un elemento básico dentro de la rutina de belleza.
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