El fuego es un fenómeno que no se produce de una forma espontánea, sino que se debe a una reacción química que tiene lugar cuando coinciden una serie de factores. El conocimiento de estos factores, resulta vital a la hora de prevenir y extinguir los incendios forestales.

 

 

En este sentido, los expertos hablan de dos conceptos clave: “el triángulo del fuego” (que explica como se produce la combustión), y “el tetraedro del fuego” (el concepto que explica cómo dicho fuego puede propagarse y tener continuidad). Ambos, son representaciones gráficas que ayudan a entender cómo se originan y expanden los incendios forestales. Veámoslos en detalle.

 

 

 

 

EL TRIÁNGULO DEL FUEGO

 

 

El triángulo del fuego –conocido también como triángulo de combustión-, es un modelo que describe los tres elementos necesarios para que se generen la mayor parte de los fuegos:  una fuente de calor, combustible y comburente (el más común es el oxígeno). Si faltara alguno de estos tres elementos, la combustión no sería posible.

 

 

Se trata de una representación gráfica en la que cada uno de estos tres elementos está representado por uno de los lados del triángulo y que ya exponíamos en este mismo blog en el artículo “Conocer para prevenir los incendios forestales”.

 

• Fuente de calor o energía de activación: Se trata de la energía mínima necesaria para que exista el fuego. Ésta, aplicada al combustible y en presencia del comburente, es capaz de hacer desprender gases del primero produciendo su combustión.
• Combustible: Es el material que, calentado en presencia de oxígeno a una determinada temperatura, produce unos vapores que arden simultáneamente. Existen gran variedad de combustibles, y en función de sus características (su forma, contenido de humedad, volumen y superficie), el fuego se reproducirá con mayor o menor facilidad.
• Comburente: Es aquella sustancia que en combinación con el combustible favorece o permite la combustión. El más común es el oxígeno, que contribuye de forma activa en los procesos químicos que ocurren durante el fuego. Cuando se quema el combustible, éste reacciona con el oxígeno del aire circundante, liberando calor y generando productos de combustión (gases, humo, ascuas, etc.). Este proceso se conoce como oxidación.

 

 

Es importante destacar que la mayoría de los fuegos requieren al menos el 16% de contenido de oxígeno para arder, y que el aire, contiene aproximadamente 21% de oxígeno.

 

 

 

 

EL TETRAEDRO DEL FUEGO

 

 

Conocidos los tres elementos que muestran como se produce un fuego (combustión), es necesario poner foco en cómo dicho fuego puede propagarse y tener continuidad. Esto, nos dará la oportunidad de entender con mayor facilidad cómo se originan y expanden los incendios forestales.

 

 

Para ello, valga como ejemplo el cuerpo humano. Nuestro cuerpo, necesita para sobrevivir: una determinada temperatura corporal, alimento, aire y un sistema circulatorio. De la misma forma, para que el fuego sobreviva, necesita: una fuente de calor, combustible, comburente y un sistema de reacciones en cadena sin impedimentos.

 

 

Algunos teóricos plantearon que los tres elementos antes citados (fuente de calor, combustible y comburente), en ocasiones podrían concurrir sin necesidad de que se produjese el fuego. De ahí, que propusiesen un cuarto elemento sin cuya presencia, el fuego con llama no era posible. A este cuarto elemento lo denominan “Reacción en cadena” (serie de reacciones entre los productos inicialmente resultantes de la combustión).

 

 

El principio básico del tetraedro del fuego es similar que el del citado triángulo del fuego. Cada uno de los lados de este tetraedro son necesarios para que la combustión se pueda mantener en el tiempo.  Por ello, si se elimina cualquiera de los lados, el fuego se apagaría.

 

 

La reacción en cadena de la combustión es la que desprende calor, que es transmitido al combustible y lo retroalimenta, lo que favorece la continuidad de la combustión.

 

 

 

 

CÓMO SE ORIGINAN Y EXPANDEN LOS INCENDIOS FORESTALES

 

 

Vistas las especificaciones del triángulo del fuego y el tetraedro del fuego, estamos en disposición de entender como se origina el fuego. Para ello, es necesario hacer una diferenciación según los distintos tipos de combustible:

 

• Combustible Sólido: Cuando el combustible es sólido, para que surja el fuego es necesario un calentamiento previo del material hasta que se empiece a descomponer en gases e iones, que es cuando realmente se produce la combustión. A este fenómeno, se le denomina Pirólisis.
• Combustible Líquido: Al igual que sucede en el caso de los combustibles sólidos, los líquidos requieren de un calentamiento previo. Cuando alcanzan cierta temperatura, se produce la pirolisis, al generarse vapores cuya concentración de aire es suficiente para que, con una pequeña energía, se active el fuego.
• Combustible Gaseoso: En este caso, no se requiere de un calentamiento previo para originar el fuego. Lo que si es necesario es que la concentración en el aire sea tal que con un foco de activación, entren en combustión.

 

 

Los gases y vapores (en forma de iones) que se generan durante la pirolisis, se mezclan en el aire en un proceso de difusión. Durante este proceso, el oxígeno del aire reacciona con dichos iones provocando una reacción química exotérmica (que desprende energía calorífica) de oxi-reducción, generando, a su vez, más radicales libres (iones) y más calor. Estos nuevos radicales libres generados en la reacción química vuelven, a su vez, a interactuar con el oxígeno del aire, provocando así reacciones en cadena sucesivas y retroalimentando todo el proceso. Y este proceso, es al que se le conoce como “Reacción en cadena” o cuarto elemento del Tetraedro del fuego.

 

 

 

 

 

CONCLUSIONES

 

 

El conocimiento del triángulo del fuego, el tetraedro del fuego y los distintos tipos de combustibles y reacciones que éstos producen, ayuda a comprender cómo se originan y expanden los incendios forestales.

 

 

Los bosques, son espacios naturales altamente vulnerables al fuego pues, al albergar gran cantidad de combustible, la anteriormente citada “reacción en cadena” puede reproducirse con mucha facilidad.

 

 

Es por ello que, tal y como exponíamos en el artículo “Mejor prevenir que apagar incendios”, resulta fundamental desarrollar sistemas de prevención de estas catástrofes destinadas a evitar que los incendios forestales lleguen a producirse y que, en caso de hacerlo, sus efectos sean lo más leves posibles.

 

 

Sistemas de prevención que ayuden a reducir la alta siniestralidad y que hagan que estas zonas sean menos inflamables y más resilientes al cambio climático. En definitiva, es necesario que administraciones, empresas y sociedad adoptemos medidas para que los bosques sean menos vulnerables al fuego.

 

 

Y decimos “menos vulnerables” porque, evidentemente, es imposible que los incendios forestales no se produzcan. Es por ello que también resulta necesario adoptar medidas a corto, medio y largo plazo para “Recuperar los bosques tras los incendios”.

 

 

En este sentido, la restauración ecológica de los ecosistemas forestales que planteamos mediante el desarrollo del Proyecto de Investigación Medioambiental ASHES TO LIFE Project se plantea como una alternativa eficaz que puede ayudar a devolver la vida a esos bosques que han sufrido incendios. ¿Nos ayudas a desarrollarlo?.

 

ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta