Conocidas como organizaciones “For-benefit” o “híbridas” -porque nacen con el propósito de conseguir economía para invertir en mejoras sociales o ambientales-, las empresas del cuarto sector constituyen un sector emergente de la economía mundial que mira por el bien común.

 

 

Este tipo de organizaciones responsables conforman un ecosistema que combina lo mejor de los tres sectores tradicionales (Privado, Público y Sin Ánimo de Lucro) para desarrollar negocios que sean viables económicamente y contribuyan al bien común, o lo que es lo mismo, a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

 

 

Evidentemente, su aparición responde a necesidades sociales y ambientales. Y dado que en las empresas del cuarto sector converge lo mejor de los tres sectores, resulta conveniente mostrar las especificaciones del ecosistema económico tradicional, pues facilitará la comprensión del nacimiento de esta tipología de empresas cuya propuesta de valor, impulsa un cambio sistémico a nivel económico, social y ambiental.

 

 

 

 

ANTECEDENTES: CAMBIO CLIMÁTICO Y UN ECOSISTEMA ECONÓMICO DEFICIENTE

 

 

Pese a que pueda parecer relativamente nueva, la aparición del cuarto sector lleva gestándose desde finales del siglo XX. Está asociado a una mayor conciencia de nuestra especie, que entiende la necesidad de conservar los ecosistemas de nuestro planeta y de defender los derechos humanos.

 

 

Tal y como registra el United Nations Climate Change, la primera vez que se comenzó a hablar de cambio climático por parte de la comunidad científica fue a principios del siglo XIX, cuando se sospechó que hubo cambios naturales en el paleoclima y se identificó, por primera vez, el efecto invernadero natural.

 

 

No fue hasta décadas mas tarde, cuando la comunidad internacional reaccionó, tomando cartas en el asunto al darse cuenta del riesgo que corría el planeta ante tal circunstancia. Precisamente, la aparición de la citada Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, favorecieron la construcción de un mundo más inclusivo y sostenible centrado en la personas y el planeta, al mostrar como sociedad civil, administraciones y empresas, podemos adoptar medidas que favorezcan un crecimiento y desarrollo mas justo, sostenible y responsable.

 

 

Pero aunque “Los objetivos de Desarrollo Sostenible son para todos”, los tres sectores tradicionales (Privado, Público y Sin Ánimo de Lucro) que conformaban el ecosistema económico mundial, no actúan por igual frente a ellos. Cada uno de estos tres sectores, tienen unas características propias, a saber:

 

• Primer Sector o Sector Privado: El beneficio social está subordinado al beneficio financiero. Este sector lo forman las empresas con ánimo de lucro (“For-profit”).
• Segundo Sector o Sector Público: El beneficio social se desarrolla con los recursos de la ciudadanía. Lo forma la Administración Pública y todas las instituciones que pertenecen al Estado.
• Tercer Sector o Sector Social: El beneficio social se genera con recursos sociales. Está formado por las organizaciones sin ánimo de lucro (“Non-profit”).

 

 

Ante la necesidad de dar respuesta a los nuevos retos sociales y ambientales a los que nos enfrentamos (poner fin a la pobreza y a la desigualdad, favorecer el desarrollo sostenible, garantizar que todas las personas disfruten de paz y prosperidad y proteger el medio ambiente), surge un nuevo sector que, como decíamos, combina lo mejor de los tres sectores tradicionales para centrarse en lo que realmente importa: en las personas y en los entornos naturales.

 

• Cuarto Sector: Empresas que generan beneficios financieros para poder crear beneficio social. Este sector lo conforman las empresas con propósito (“For-benefit”).

 

 

Veamos en detalle la filosofía de estas “nuevas organizaciones responsables” que buscan generar economía para ayudar a dar solución a diversos problemas sociales o ambientales.

 

 

 

 

EL CUARTO SECTOR: EMPRESAS QUE QUIEREN CAMBIAR EL MUNDO GENERANDO IMPACTO POSITIVO EN LOS ENTORNOS SOCIALES Y AMBIENTALES

 

 

Tal y como exponíamos en el artículo “Cómo relacionan las empresas la responsabilidad social, empresarial y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, las organizaciones no podemos desarrollar nuestra actividad ni prosperar en un mundo de pobreza, desigualdad, incertidumbre y estrés ambiental, de ahí la importancia que tiene nuestra contribución a que se cumpla la Agenda 2030.

 

 

En este sentido, cabe poner en valor el papel que juegan las empresas del cuarto sector, pues su contribución es vital si queremos lograr los objetivos marcados.

 

 

La característica principal de este tipo de organizaciones responsables es que integran, en su modelo de negocio, acciones que favorecen la creación de impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, al mismo tiempo que obtienen una rentabilidad económica. Es lo que se conoce como “El triple balance” (un término relativo a las empresas sostenibles que hace referencia al impacto que genera su actividad en las tres dimensiones: económica, social y ambiental).

 

 

A grandes rasgos, los pilares en los que se sustentan las empresas del cuarto sector son:

 

• Tienen un propósito social y/o ambiental.
• Son entidades con ánimo de lucro. Buscan generar economía de una forma ética y responsable.
• Fomentan la transparencia con todas las partes (clientes, proveedores, Gobierno,…).
• Impulsan políticas de igualdad e incentiva y cuida a sus trabajadores.
• Mantienen un compromiso con la sociedad y el medio ambiente.
• Evalúan y miden su desempeño e impacto.
• Tienen una filosofía cooperativa.

 

 

Como parte de este sector emergente de la economía mundial que mira por el bien común, surge Ashes To Life, una empresa que nace con ADN responsable cuyo objetivo es cuidar la piel de las personas y el planeta a través de la creación y comercialización de cosméticos ecológicos de ceniza. La venta de estos cosméticos ecológicos, ayuda a financiar el desarrollo de un proyecto de investigación medioambiental pionero que pretende devolver la vida a los bosques que han sufrido incendios a partir de sus propias cenizas.

 

 

Su materialización, a su vez, permitirá regenerar recursos clave (como los stocks de carbono del planeta, la fertilidad del suelo y el ciclo del agua) así como favorecer el crecimiento de las economías locales asociadas a esos espacios naturales.

 

 

Y es que desde nuestro origen, como ya exponíamos en el artículo de este mismo blog “Ashes To Life: un modelo basado en la economía regenerativa que crea vida de las cenizas”, en nuestra organización estamos firmemente convencidos de que resulta necesario que las empresas consideremos los factores sociales y ambientales a la hora de diseñar y desarrollar nuestra actividad económica, de tal forma que éstas, además de generar ingresos, generen impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

 

 

Por suerte, cada día somos más las empresas del cuarto sector que rompemos con las reglas establecidas y demostramos -con nuestro trabajo- que hay otra forma de hacer las cosas que favorece el bien común. Organizaciones responsables que apostamos por un cambio de paradigma en el modelo económico, conscientes de que las personas y la naturaleza, son lo primero.

 

 

Evidentemente, para el desarrollo de nuestra actividad necesitamos la cooperación de todos. Necesitamos que los Gobiernos (y las Administraciones que gestionan) sean cada vez más conscientes de la necesidad de apoyar a estas empresas con propósito para poder cumplir, entre otras cosas, los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

 

 

Pero también, para poder proteger el planeta y garantizar la prosperidad y el bienestar de la sociedad -ahora y en el futuro-, resulta necesario que los consumidores apuesten por el cuarto sector. Sólo así, lograremos unos entornos económicos, sociales y ambientales más sanos y fuertes. ¡Pásate a la cosmética ecológica de Ashes To Life! y ayúdanos a cuidar la piel de las personas y el Planeta.

 

 

ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta