EL SUELO: EL GRAN PERJUDICADO TRAS LOS INCENDIOS
Como ya indicamos en el artículo “Incendios Forestales: Causas, consecuencias y prevención“, los incendios forestales son una parte relevante de la historia de los ecosistemas en el pasado y el presente. El fuego ha permitido la regeneración de diversos ecosistemas y la producción de una serie de hábitats en los que distintos organismos pueden prosperar, por lo que no podemos entender el fuego como algo ajeno a los ecosistemas terrestres.
EL DAÑO DE LOS INCENDIOS FORESTALES A LOS SUELOS
Este fuego suele ser tema de conversación habitual en nuestra sociedad, principalmente en épocas veraniegas coincidiendo con el “desastre” que suponen los incendios forestales. En general, somos muy conscientes del daño que éstos producen sobre la vegetación, de los árboles quemados, de los montes calcinados e incluso de cómo afecta a los núcleos de población.
Pero es menos habitual que nos planteemos el daño que este fenómeno natural causa en el elemento vital sobre el que se sustentan los bosques, cultivos y, en última instancia, sobre el que nos desarrollamos los seres vivos: el suelo. Parece que las consecuencias de los incendios forestales sobre el suelo son irrelevantes por no estar a la vista, pero realmente son tan importantes o más que las que se producen en superficie.
Para que nos hagamos una idea de la importancia que tiene el suelo, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la naturaleza por sí sola puede tardar entre 40 y 1.000 años en formar 1 cm de espesor de suelo fértil. Si, has leído bien: 1 cm.
Su formación, es un proceso muy largo y complejo en el que intervienen numerosos factores y agentes (como la material matriz, la topografía, el clima, los organismos, el tiempo…), y la alteración de cualquiera de ellos varía ese tiempo de formación. Por todo ello, podríamos decir que el suelo es un recurso natural “no renovable” a corto y medio plazo.
EFECTOS DEL FUEGO SOBRE LOS SUELOS
Las consecuencias de los incendios forestales sobre el suelo son diversos, y su importancia aumenta con la frecuencia de los episodios incendiarios en una misma zona. Si no transcurre el tiempo necesario para que el bosque se recupere de modo natural, se produce una degradación progresiva del mismo, y con él, de los suelos sobre los que se desarrolla.
A grandes rasgos, y centrándonos en el suelo como parte de los ecosistemas forestales, los efectos perjudiciales del fuego sobre suelo son los siguientes:
- PÉRDIDA DE MATERIA ORGÁNICA: Debido a la combustión se produce una pérdida importante de materia orgánica del suelo. Consecuentemente, se produce una desestabilización de los agregados, y una disgregación progresiva de los mismos. La materia sólida puede así ser eliminada del suelo por la acción erosiva del agua de lluvia o del viento.
- IMPERMEABILIZACIÓN: Los incendios convierten el suelo permeable en hidrófobo al alterar la composición molecular de la materia orgánica y la proporción de ácidos grasos de cadena larga. Esta modificación favorece que los restos dejados por las llamas se mezclen posteriormente con el agua de lluvia y sean arrastrados hasta la costa, ríos y acuíferos contaminándolos y afectando así a otras zonas, además de a las perjudicadas directamente por los fuegos.
- PÉRDIDA DE FERTILIDAD: Si la pérdida de suelo y de materia orgánica son elevados, produce en el suelo un empobrecimiento en nutrientes, haciendo que pierda fertilidad.
- PÉRDIDA DE ACTIVIDAD BIOLÓGICA: Muchos organismos mueren por la acción del calor, lo cual supone una disminución de la actividad biológica del suelo. Esto, naturalmente, puede afectar negativamente a los ciclos biogeoquímicos de numerosos elementos que dependen del conjunto de especies de plantas, animales y otros organismos que ocupan ese área del suelo.
Sin embargo, el fuego es un factor ecológico natural que ha contribuido a modelar el paisaje y no provoca únicamente efectos negativos. Cuando los incendios se deben a causas naturales (algo que cada vez ocurre con menos frecuencia), ayudan a mantener la salud de los bosques gracias a la movilización de nutrientes y a la acción controladora que el fuego ejerce sobre las plagas forestales.
Además, los incendios de baja intensidad contribuyen a mantener carbono en el suelo, impidiendo así su volatilización y pérdida en forma de gas carbónico. Eso si, no podemos olvidar que las especies vegetales están adaptadas a un régimen de incendios concreto, y el cambio de régimen de estos puede tener consecuencias importantes en la sostenibilidad de los ecosistemas.
CUIDEMOS EL SUELO
Aunque el fuego debe considerarse un agente del ecosistema, los factores socioeconómicos actuales han contribuido a un aumento de los incendios forestales, alterándose los regímenes de incendios y promoviendo la aparición de graves efectos sobre la vegetación, el suelo y consecuentemente, el agua que depende de estos suelos tal y como avanzábamos en el artículo “El Agua: un bien escaso que debemos cuidar”.
Este escenario requiere una inversión, no sólo en la prevención y supresión de los incendios forestales, sino también en la investigación. Debido a las consecuencias de los incendios forestales sobre el suelo, es necesario conocer las alteraciones que el fuego causa en el ecosistema forestal y en el propio suelo, indispensable para nuestra supervivencia y el funcionamiento de los ecosistemas terrestres.
En este sentido, el desarrollo de nuestro Proyecto de Investigación Medioambiental ASHES TO LIFE Project nos permitirá esclarecer distintos aspectos relevantes como por ejemplo la cantidad de ceniza ocasionada tras el incendio, sus propiedades en función de las distintas especies vegetales y de la intensidad del fuego, así como las consecuencias que estas pueden ocasionar en la hidrología a causa de factores naturales como vientos o lluvias.
Entender las consecuencias de los incendios forestales sobre el suelo, conocer cómo y cuándo actuar, nos permitirá afrontar de una manera eficiente la restauración ecológica de los bosques para devolverlos a la vida.
ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta