En los últimos años se ha producido un cambio en cuanto al concepto de belleza. Se ha pasado de querer eliminar por completo las arrugas y restar años al rostro -cuantos más, mejor- a una nueva filosofía cuyo objetivo no es borrar el tiempo, sino conseguir una piel más bonita dentro de unos parámetros de naturalidad para vernos y, sobre todo, sentirnos bien. Y es aquí donde reside la diferencia entre el Anti-Aging VS Pro-Aging. Pero remontémonos en la historia para comprender esta búsqueda omnipresente de la sociedad en tener una piel cuidada.

 

Historia sobre los cuidados de la piel

 

Civilizaciones antiguas como la Babilónica, Egipcia, Griega y Romana utilizaban algo parecido a lo que hoy en día entendemos como jabón para limpiar y cuidar su piel. Ya exponíamos en el artículo “El origen del jabón” cómo los egipcios, por ejemplo, usaban una pasta jabonosa de ceniza y arcilla mezclada con aceites naturales como recurso cosmético esencial de las capas más altas de la sociedad. Estos productos además de ser utilizados para limpiar el cuerpo, eran prescritos por los médicos para cuidar la piel.

 

 

Y es que estas técnicas mostradas a lo largo de la historia por las diferentes culturas demuestran que el cuidado de la piel, del aspecto físico y el envejecimiento cutáneo han estado presentes en las distintas sociedades a lo largo de los siglos. Es evidente que desde la elaboración de aquellos primeros jabones, se ha producido una evolución notable en la historia de la cosmética y consecuentemente, en los productos. Pero a su vez, se ha producido una evolución en los cánones de belleza.

 

 

 

 

Aquellos primeros tratamientos cosméticos se centraban en lo meramente físico (mejoraban la calidad de vida). Pero el paso del tiempo provocó que los distintos productos cosméticos evolucionasen atendiendo a las distintas necesidades estéticas asociadas a cada época, hasta llegar a nuestros días.

 

 

Esta preocupación por el aspecto físico está asociada a los efectos de la edad en la piel, de ahí que a lo largo de la historia -y más en la actualidad- las distintas sociedades se han preocupado en luchar contra el “paso del tiempo”, pues el envejecimiento cutáneo provoca que una persona se vea aún más mayor de lo que en realidad es.

 

 

Antes de ver las diferencias entre el Anti-Aging VS Pro-Aging, conviene recordar que los signos incipientes del envejecimiento cutáneo responden a tres factores bien diferenciados, que son:

 

• Factor Cronológico o Chrono-Aging: Debido al propio paso del tiempo. Evidentemente no se tiene la misma piel a los 20 años que a los 50. Poco a poco la piel se vuelve más frágil, y los cambios producidos en el tejido hacen que se reduzca su resistencia y elasticidad.
• Factor Biológico o Bio-Aging: El proceso natural de envejecimiento también está controlado por nuestro desarrollo hormonal y de maduración. Por ejemplo se producen cambios en los rasgos, aparece vello, etc.
• Factores Externos: Se trata de causas externas que afectan a la salud de la piel e influyen en su aspecto, como, el estrés, el clima, la contaminación ambiental, la dieta o la radiación solar. Por ejemplo, es sabido que al exponerse a la luz UV, el grosor de la epidermis disminuye, la piel se seca y la pigmentación cambia. En general, la luz UV daña las fibras de colágeno y cambia las fibras de elastina, lo que favorece la aparición de arrugas. Este factor es conocido como Photo-Aging.

 

 

 

 

¿Qué significa el concepto ANTI-AGING?

 

Los términos antiedad o antienvejecimiento son una traducción errónea de las voces inglesas Anti-Age y Anti-Aging. Como el prefijo “anti” significa “opuesto” o “con propiedades contrarias”, podemos afirmar que en el caso de la palabra antiedad se ha utilizado en las últimas décadas de forma inapropiada, puesto que no se lucha contra la edad, sino contra los efectos que ésta produce en la piel.

 

 

Pese a ello, y por cuestiones de marketing, durante las últimas décadas se ha popularizado el término Anti-Aging entre las distintas firmas cosméticas, creando productos que prometían contrarrestar el envejecimiento cronológico. Pero está claro que no se puede luchar contra la edad o el paso del tiempo, por lo que el término Anti-Aging es un concepto irreal.

 

 

Evidentemente, no hay posibilidad de revertir el paso del tiempo. De ahí que sea insignificante detenerse a pensar si el término adecuado es antiedad o antienvejecimiento, ya que el problema no es la palabra que se suma al sufijo, sino el pretender ir en contra de algo inevitable: el tiempo.

 

 

¿Qué es el movimiento PRO-AGING?

 

Ante esta evidencia, existe una corriente o tendencia más real. Se trata del movimiento Pro-Aging. Pro es un prefijo que significa “a favor de” y estar a favor del paso del tiempo implica convertirlo en nuestro aliado.

 

 

La primera persona que acuñó el término fue Aubrey de Grey, gerontólogo biomédico inglés y autor de obras como; The Mitochondrial Free Radical Theory of Aging o Ending Aging.

 

 

A diferencia del Anti-Aging -que trata de frenar el envejecimiento-, esta nueva tendencia en el sector de la belleza conocida como Pro-Aging busca un “envejecimiento positivo”. Esto se traduce en aceptar la realidad de los factores cronológico, biológico y externos, y tratar la piel para sentirse bien durante todas las etapas de la vida. O dicho de otra forma: devolver el estado de salud y bienestar a la piel ayudando a retrasar los signos de envejecimiento prematuros. Es aquí donde radica la principal diferencia entre Anti-Aging VS Pro-Aging.

 

 

 

 

EL COMPROMISO DE ASHES TO LIFE

 

Vistas las diferencias entre los conceptos Anti-Aging VS Pro-Aging, podemos concluir que esta evolución en los cánones de belleza requiere, a su vez, una evolución en la industria cosmética. Una evolución que se adapte a esta nueva sociedad que opta cada vez, en mayor medida, por una belleza consciente.

 

 

 

 

Y es así como desde Ashes to Life creemos que debe ser la cosmética del futuro. Pero también, la cosmética del presente. Una cosmética que ayude a combatir los signos propios de la edad con la última tecnología y de una forma respetuosa con el medio ambiente.

 

 

Por eso hemos creado la Colección Radiance. Una línea Pro-Aging de alta cosmética elaborada con células madre vegetales de granada que aúna biotecnología y naturaleza. Y es que este ingrediente activo extraído mediante la tecnología PRCF (Plasma Rico en Factores Celulares) es un ingrediente que permite aportar energía a las células para promover la restauración de la piel, corregir los daños causados por la edad e infundir una nueva luz y vitalidad.

 

Esta línea de alta cosmética ecológica Pro-Aging está compuesta por:

• La crema iluminadora y reparadora que ayuda a prevenir los efectos del envejecimiento prematuro.
• El sérum iluminador revitalizante de gran absorción.
• El contorno de ojos multiacción que cuida y atenúa los signos de la edad.
• Y una  mascarilla facial detox reparadora que purifica y desintoxica la piel del rostro.

 

 

Precisamente, estas habilidades para embellecer la piel junto a un proceso productivo tecnológico sostenible y eficiente, nos llevaron a elegir las células madre de granada para crear esta colección. Descubre el poder de la luz de Cellular Radiance Collection de ASHES TO LIFE y pásate a la cosmética Pro-Aging.

 

ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta