COP27: UNA CUMBRE DEL CLIMA TAN NECESARIA COMO INSUFICIENTE
Más allá de las controversias (el historial de derechos humanos del país anfitrión, el auspicio de la conferencia climática por parte de una de las empresas más contaminantes, las detenciones de activistas en la cuenta regresiva a su inicio), la Conferencia anual de la ONU sobre el Cambio Climático que se está celebrando en Sharm El-Sheikh (Egipto) COP27, no hace más que evidenciar que la Cumbre del Clima sigue siendo tan necesaria como insuficiente.
La preservación de los ecosistemas y el cambio climático son responsabilidad que concierne a todos: desde administraciones y organismos para el desarrollo, hasta empresas y ciudadanía. Todos, somos responsables y debemos actuar con urgencia para detener y revertir la situación. Con ello, estaremos contribuyendo a erradicar la pobreza, a combatir el cambio climático y a fortalecer la sociedad mejorando la salud y la economía.
Estos temas son algunos de los que se están tratando actualmente en la Cumbre del Clima COP27 que está teniendo lugar en Egipto desde el 6 hasta el 18 de noviembre. Una Conferencia que se celebra anualmente y con la que se pretende principalmente que los representantes políticos de los distintos países participantes, alcancen acuerdos climáticos que favorezcan el desarrollo sostenible y el bien común.
QUÉ SE ESPERA DE ESTA CUMBRE DEL CLIMA COP27
Antes de que se iniciase la Cumbre del Clima, el Word Economic Forum publicó los aspectos clave que se van a discutir en la reunión internacional sobre el clima, más conocida por sus siglas en inglés COP27 (Conference of the Parties).
Dicho artículo, ponía foco en las siguientes prioridades para acelerar la acción climática y el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en reuniones anteriores, más concretamente los Acuerdos de París y Glasgow. Estos retos son:
- Mitigación: Se pretende instar a los países (especialmente a aquellos que estén en condiciones de liderar con el ejemplo) a tomar medidas más ambiciosas e inmediatas para reducir las emisiones y limitar el calentamiento global.
- Adaptación: Asegurar que los países tienen la voluntad política y avanzan con las acciones necesarias para mejorar la resiliencia al cambio climático prestando especial atención a las comunidades más vulnerables.
- Financiación: Se pretende lograr avances significativos en cuanto a los flujos de financiación necesarios para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones en los países en desarrollo. Concretamente llegar a la cifra efectiva de 100.000 millones de dólares acordados en reuniones anteriores.
- Colaboración: Dado que las negociaciones de la ONU se basan en el consenso, se requerirá la participación inclusiva y activa de todas las partes interesadas para llegar a un acuerdo tangible y equilibrado.
A su vez, ya se reflejaba antes del comienzo de la Cumbre del Clima COP27 que durante su celebración, se abordarían temas relacionados con el calentamiento global, por lo que deberemos estar atentos a acuerdos o anuncios que se produzcan en algunas de las siguientes áreas:
- Protección de los recursos naturales (deforestación, protección de los océanos,…)
- Seguridad hídrica ante fenómenos cada vez más frecuentes de inundaciones o sequías prolongadas.
- Seguridad alimenticia frente a los desastres climáticos.
- Descarbonización de sectores industriales intensivos en emisiones
- Adaptación al cambio climático, buscando soluciones innovadoras y cooperación para ayudar a las comunidades más vulnerables.
LOS RETOS A LOS QUE NOS ENFRENTAMOS
Es imposible adelantar cuál será el resultado de la Cumbre del Clima COP27. Pero si miramos con perspectiva lo conseguido hasta ahora en otras Cumbres, lo que si está claro es que va a seguir siendo necesario que todos (Administraciones, Empresas y Sociedad Civil), asumamos nuestras correspondientes responsabilidades y nos impliquemos, en mayor medida, para hacer frente a los retos económicos, sociales y ambientales.
Pero esta responsabilidad e implicación de cada uno de los actores (Administraciones, Empresas y Sociedad Civil), se debe hacer de forma tanto de forma individual como conjunta. Y es que ya exponíamos en el artículo de este mismo blog “Colaborar para afrontar los desafíos del Planeta” que para hacer frente a este escenario, resulta necesario encontrar modelos colaborativos donde tanto el sector público, el privado y el sector social hagan equipo y encuentren soluciones innovadoras que creen valor y aporten ese beneficios económico, social, y ambiental que el planeta necesita.
Y es que cada año que pasa, se hace más evidente que la acción climática tiene que ser prioridad en los planes internacionales. Son numerosos los estudios que reflejan la transversalización del cambio climático y muestran la importancia de preservar la biodiversidad como soporte fundamental de la vida, de nuestra salud y de la economía.
Si atendemos a lo que registra el nuevo Informe sobre la Brecha de Emisiones 2022 del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, no podemos más que concluir que únicamente la transformación urgente en todos los niveles, permitirá lograr enorme reducción necesaria en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) marcadas para el 2030: un 45% de disminución en relación con las proyecciones de las políticas actuales para encaminarse a la meta de 1,5º C y 30% para la meta de 2º C.
Pero las políticas actualmente en vigor, apuntan a un incremento de la temperatura de 2,8º C a finales de siglo. El seguimiento de los compromisos actuales reducirá únicamente este incremento en la temperatura máxima entre 2,4º C y 2,6º C para finales de siglo, por lo que es necesario que la comunidad internacional siga un camino creíble hacia el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París y actúe con celeridad.
La citada Agenda 2030 aporta un enfoque integrado de las políticas medioambientales y sanitarias para proteger a los más vulnerables. Así mismo, muestra como maximizar los beneficios que la naturaleza ofrece en apoyo de nuestra salud y bienestar (incluido el económico).
Por ello, este compromiso de la comunidad internacional en la Cumbre del Clima COP27 con el desarrollo sostenible, debe pasar de las palabras a la acción. No basta con comprometerse. Es necesario que las Administraciones actúen en el avance en políticas públicas efectivas que impulsen la protección del medio ambiente que, a su vez, favorezcan la protección y justicia social, la prevención y promoción de la salud y de la economía.
CONCLUSIONES
Los datos científicos reflejan que las emisiones actuales de dióxido de carbono no han parado de aumentar, y con ellas, las temperaturas. De ahí que en esta Cumbre del Clima COP27 urge que las Administraciones actúen a fin de reducir las emisiones como nunca, aportar económicamente a los que más sufren el impacto del cambio climático, e impulsen la justicia social y económica.
Estos datos al alza en cuanto a emisiones, reflejan que las negociaciones realizadas en los últimos 30 años en las COP han fracasado. Los compromisos alcanzados, se han quedado en eso, en meras palabras. Y la urgencia climática, necesita hechos concretos: actuaciones.
Ya en 2019, la Cumbre del Clima COP25 celebrada en Madrid a la que Ashes To Life fue invitada -como empresa responsable para exponer el Proyecto de Investigación Medioambiental ASHES TO LIFE Project con el que queremos devolver la vida a los bosques que han sufrido incendios a partir de sus propias cenizas-, se celebró bajo el lema “Es tiempo de actuar” #ACTNOW.
En esa COP25, se abordaron temas relacionados con las pérdidas y daños derivados de los impactos del cambio climático, la adaptación al mismo, el apoyo financiero o la transferencia tecnológica necesarias para hacerle frente y la situación de los países en desarrollo más vulnerables a problema del cambio climático. Es decir, exactamente los mismos temas que en esta Cumbre del ClimaCOP27.
Este hecho, sumado al aumento de emisiones que se han producido durante estos años, no hacen más que reflejar el fracaso de las distintas Cumbres en cuanto a actuaciones se refiere. Una demostración de que muchas de estas palabras que emiten las Administraciones, no llegan a verse reflejadas en actuaciones concretas y reales.
Por ello, y dado que las Administraciones son los organismos responsables de adoptar medidas que instan y obligan a sociedad civil y empresas a cumplir con determinados compromisos y responsabilidades, lo lógico es que nosotros (sociedad civil y empresas), exijamos a las Administraciones lo mismo: cumplir con sus compromisos y responsabilidades. Y es que la crisis climática nos afecta a todos, por lo que la responsabilidad y la actuación debe ser compartida y exigida a todas las partes por igual.
La Cumbre del Clima COP27 es una oportunidad única para que los países implicados actúen de una vez por todas con acciones concretas y reales, pues sociedad civil y empresas, nos hemos dado cuenta de que no basta con tener voluntad política.
Cada vez son más las personas que actúan de una forma responsable adquiriendo conductas respetuosas con el medio ambiente con el objetivo de mejorar nuestras posibilidades de futuro. Así mismo, cada vez somos más las empresas responsables que actuamos y producimos de una forma consciente, creando productos que velan por los intereses de las personas y el planeta. ¿Pero que sucede con la Administración? ¿Qué pasa con la clase política?.
La responsabilidad ambiental es de todos. Por tanto, el #TiempoDeActuar y pasar a la acción, también es responsabilidad de todos, incluidos los políticos. Si ellos no pasan de la voluntad a la actuación, la Cumbre del Clima seguirá siendo tan necesaria como insuficiente.
ASHES TO LIFE #CuidaTuPielYlaDelPlaneta