REFORESTACIÓN O RESTAURACIÓN ECOLÓGICA ¿CUÁL ES LA MEJOR OPCIÓN TRAS UN INCENDIO?
Como avanzábamos en el artículo “Valor espiritual, cultural, económico e identitario de los bosques”, una buena gestión de estos espacios naturales facilita la armonía entre los beneficios económicos, ambientales y sociales. Cuando los ecosistemas forestales – indispensables para nuestra supervivencia- se deterioran, resulta necesario actuar para recuperarlos. Esta intervención puede realizarse atendiendo a distintos enfoques, por lo que resulta de vital importancia conocer las diferencias entre reforestación y restauración ecológica.
LA DEGRADACIÓN ACTUAL DE LOS ECOSISTEMAS
En los últimos cincuenta años, según la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, el 60% de los servicios ecosistémicos mundiales se ha degradado. Concretamente en España, el 45% de los servicios de los ecosistemas evaluados se han degradado o se están usando de una forma insostenible, siendo los servicios de regulación los más afectados.
Pero las consecuencias de esta degradación van más allá de lo meramente medioambiental. Actualmente, la degradación de la superficie de la tierra causada por la acción del ser humano afecta de forma negativa a 3.200 millones de personas y costando un 10% del producto anual bruto en concepto de pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos.
Y es que la intensificación de la expansión urbana, las infraestructuras, la industria, la agricultura y ganadería, así como la mayor demanda de recursos naturales para una población en constante aumento, no hacen más que acrecentar el problema de la degradación de los ecosistemas naturales.
Esta circunstancia ha afectado negativamente a la calidad de vida y al bienestar humano, por lo que urge:
- Adoptar cambios en los modelos productivos, de consumo y de comportamiento social para un desarrollo sostenible.
- Revertir las situaciones de degradación que genera la propia actividad humana.
En el caso de los ecosistemas forestales, existen dos alternativas: la reforestación y la restauración, términos que muchas veces se confunden y son muy distintos. Veamos cuáles son las diferencias entre reforestación y restauración ecológica.
¿QUÉ ES LA REFORESTACIÓN?
La reforestación se define como una operación en el ámbito de la silvicultura destinada a repoblar (de una forma más rápida) zonas que en el pasado estaban cubiertas de bosques que han sido eliminados por diversos motivos, como por ejemplo:
- Explotación maderera para fines industriales y/o para consumo como combustible.
- Ampliación de la frontera agrícola o ganadera.
- Ampliación de áreas rurales y/o urbanas.
- Incendios forestales (intencionales, accidentales o naturales).
Pero por extensión, también se llama reforestación -aunque sería más correcto el término forestación– a la plantación más o menos masiva de árboles, en áreas donde estos no existieron.
En las reforestaciones, lo ideal es utilizar especies autóctonas, aunque en muchos casos suelen utilizarse especies que no son necesariamente propias del ecosistema perdido y que tienen un crecimiento más rápido.
Estas acciones de plantación y reforestación (e incluso aquellas realizadas mediante proyectos sociales de siembra de árboles), producen resultados positivos, por los bienes que se producen y por los servicios ambientales que prestan, como por ejemplo, satisfacer la demanda de materias primas o capturar CO2.
Y aunque a priori podamos decir que la reforestación es una actividad benéfica desde el punto de vista del medio ambiente, existe también la posibilidad de que su desarrollo produzca impactos ambientales negativos, como el cambio sobre la estructura del suelo, cambios sobre el ciclo hidrológico o impactos indirectos como la construcción de infraestructuras asociadas a la explotación de los terrenos por citar algunos de ellos.
¿QUÉ ES LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA?
Según la SER (Society For Ecological Restoration) -la sociedad internacional que la investiga, coordina y apoya desde el conocimiento científico y técnico-, la restauración ecológica se define como el proceso de asistir la recuperación de un ecosistema que ha sido degradado, dañado o destruido. Por tanto, el papel de la restauración ecológica consiste en activar, iniciar o acelerar procesos que facilitan la recuperación del ecosistema, teniendo en cuenta su propia capacidad de estabilización y autorregulación a corto, medio y largo plazo.
Este proceso (que atiende a un enfoque más amplio que la reforestación) debe realizarse atendiendo a distintos criterios:
- Basado en criterios científicos: La restauración ecológica sigue un método científico con resultados avalados, lo que supone que han sido exhaustivamente revisados y posteriormente evaluados por expertos.
- Diagnóstico ecológico específico: Cada caso es único, y debe ser tratado como tal mediante un enfoque holístico en el que se contemplen las necesidades socioeconómicas y el contexto histórico-cultural a distintas escalas.
- Basado en referentes: Disponer de un ecosistema de referencia (próximo o semejante al original) permite establecer las características de la intervención: morfología, taxones, hidrología, procesos dinámicos, etc.
- Intervención mínima: Al identificar los procesos ecológicos clave que rigen el funcionamiento del ecosistema y actuar sobre ellos, se desencadena la expresión de la memoria y se activa la capacidad de auto-regeneración de los ecosistemas.
- Flexible y adaptable: Que plantee varios escenarios de evolución posible del sistema y permita introducir variaciones que aseguren la consecución de los objetivos.
En resumen, y tal y como explica la SER, la forma más adecuada de abordar un proceso de restauración ecológica es favoreciendo los procesos de recuperación natural, completando estos procesos en la medida en que el potencial de recuperación natural esté dañado.
LA RESTAURACIÓN ECOLÓGICA LA MEJOR OPCIÓN TRAS LOS INCENDIOS
Como hemos visto, las diferencias entre reforestación y restauración ecológica son significativas, y evidencian la importancia de analizar de una forma exhaustiva las necesidades propias del espacio en el que se va a intervenir y cuáles son los objetivos que se quieren conseguir.
Está claro que “El valor real de los bosques” es mucho mayor al meramente asociado a su productividad. Entre otras cosas, además de actuar como el principal sumidero de carbono, son el hogar del 80% de la biodiversidad mundial de plantas y animales.
Desde Ashes to Life creemos firmemente que la restauración ecológica se presenta como la mejor opción para recuperar espacios degradados a causa de los incendios forestales, pues este tipo de actuación permite aunar el marco ambiental con el socioeconómico y el cultural.
Por ese motivo, nuestro Proyecto de Investigación Medioambiental Ashes to Life Project, propone la restauración ecológica como fórmula para lograr nuestro objetivo: devolver la vida a los bosques que han sufrido incendios a partir de sus propias cenizas.
Solo así, actuando sobre la causa de la degradación a través de una gestión adaptativa y basada en criterios científicos, podremos devolver a esos espacios dañados por el fuego sus valores ecológicos además de su funcionalidad a nivel socioeconómico. ¿Nos ayudas a desarrollar nuestro Proyecto de Investigación Medioambiental ASHES TO LIFE Project? ¿Nos ayudas a crear vida de las cenizas? Utilizando los cosméticos ecológicos de ASHES TO LIFE cuidarás tu piel y, además, estarás ayudando a cuidar la piel del Planeta a través de la financiación del proyecto medioambiental ASHES TO LIFE Project.
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